MICRORELATO 3
Primero fueron pequeñas exclamaciones que, sin darse cuenta, profería en determinadas ocasiones, como por ejemplo, cuando alguna cosa le llamaba la atención y soltaba un "¡vaya tela!", o ante una faena bien realizada se decía en voz alta: "si es que soy la leche".
Pero poco a poco sus frases se fueron haciendo más complejas, y empezó a introducir razonamientos, y a discutir con pasión sus propias afirmaciones.
Y así, un buen día cayó en la cuenta de que, en la intimidad del hogar, hablaba en voz alta para si mismo.
Ese día se percató de que su realidad tenía un nombre: Soledad.
7 comentarios
Suleiman -
Espero en breve poder volver a estar de nuevo "posteando" más cosas.
Un saludo!
Carvalho -
Suleiman -
Lo malo viene cuando ni siquiera se pone uno de acuerdo consigo mismo, moraos tengo ya los ojos de arrearme en mas de una de mis acaloradas discusiones.
Saludos de nuevo, Carvalho, encantado de tus visitas y comentarios.
Carvalho -
Carvalho -
Suleiman -
Dúnia M -