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El caos controlado de mi mesa de trabajo

BUENOS DÍAS

 

El primer sobresalto lo causó el equipo de música, el estruendo del grupo heavy "Mago de Oz" a esa hora de la mañana me hizo entreabrir los ojos, con la sensación que da la pereza de haber dormido muy pocas horas, la música venía de la habitación contigua, así que si quería evitar que dejase de sonar, solo tenía una solución: salir de la cama, solución que mi mente valoraba como posible, mientras que mi cuerpo se negaba en redondo a ejecutar.

Poco a poco los ojos se fueron abriendo, ya estaba sonando el segundo tema del CD, y yo aun me debatía entre la necesidad de abandonar la calidez de las sábanas, o dejar que la música continuase taladrando mis oídos, y en ese momento la alarma del teléfono móvil se disparó con otra música, esta vez era Aretha Franklin con los Blues Brother, la mezcla de géneros musicales y la mezcla del tono más grave del equipo de música con el agudo del teléfono empezaba a aguijonearme la cabeza, así que no lo dudé más que un segundo, y de entrada opté por la solución más sencilla, apagar el teléfono que se encontraba en la mesilla al lado de la cama. Aun no había estirado la mano para coger el aparato, cuando otro sonido se disparó dentro de la habitación, se trataba del radio despertador, programado con una emisora en la que, aquella hora empezaban a contar las miserias que afectaban al mundo lejano y los problemas de tráfico del mundo local, paradojas de este mundo moderno en el que, mientras en una parte las preocupaciones de sus habitantes básicamente se traducen en sobrevivir, al hambre o a las bombas o balas de una maldita guerra, en otros lugares nos intranquiliza saber si encontraremos retención en la A2, o si el día va a ser lluvioso.

Mi incapacidad para dividir mi atención auditiva en tres partes, unida a la desorientación provocada por las pocas horas de descanso hicieron que por fin me decidiese, así que de una vez por todas me incorporé, cogí el aparato móvil y desconecté la alarma, lo siento Aretha, te tocó ser la primera, me calcé como pude los pies en las zapatillas, y aun sin encender la luz salí al comedor y apagué el equipo de música que estaba en ese momento ya por el cuarto tema a un volumen realmente ensordecedor, casi tropiezo con una silla al entrar de nuevo a la habitación, donde me esperaba el presentador radiofónico con su lista matinal de noticias, a las que apenas prestaba atención, pero que por ser la hora que era, y ante la inexcusable obligación de presentarme en mi puesto de trabajo me ayudaba a mantenerme despierto mientras me vestía como cada mañana, con el mismo pantalón, la misma camisa, la misma corbata...

Un nuevo día por delante, con el convencimiento que iba a ser exactamente igual que el que hace apenas unas horas dejé atrás... o no.

 

Me deje seducir por ti,

malévola devoradora de ilusiones

y caí entregado en tus garras

preso en la cárcel del olvido.

 

Insaciable, tu hambre me absorbió

y condenándome a solo a ser,

se me perdió el vivir.

 

Tu fuerza se incrementaba

en cada palabra vacía,

en cada gesto vano,

tras cada imagen repetida,

y tantas veces contemplada.

 

Poco a poco,

tu poder se fue agrandando,

buscándote fuertes aliados,

tu hermano el aburrimiento,

tu bienamada amiga la costumbre,

y, ¿por qué no avisar también a la amargura?

Todos ellos llenaron, poco a poco

sin dar pie a ninguna lucha,

de sombras mi corazón.

 

Y se me ensombreció el alma

se me secaron las lágrimas,

y me hirió los ojos el pesar.

 

Tres veces morí,

murió la vida

murió el amor

murió la alegría.

 

Mucho tiempo anduve así vagando,

extraviada mi rosa de los vientos

hasta que ella apareció

tu enemiga, la amistad

Y solo bastó un pequeño gesto suyo,

un leve ven a mi, y una palabra

y un amago de luz en las alturas

me mostró que si quería

mío era el poder de regresar

mía era la luz de nuevo.

 

De mi depende ahora, vieja arpía,

perder la ceguera,

poder alimentarme,

beber de nuevo de la vida

y al fin ser yo de nuevo,

y no lo que tu quieras

perversa rutina.

 

 

 



4 comentarios

Suleiman -

Otro besazo patí, hermanita, bienvenida y gracias por tu visita! TKM

Sílvia -

Hay que ver, mira que te lo tengo dicho, no hay nada mejor que el típico RIIIIIIINNNNNNGGGG de un despertador tradicional, al menos te acojona rápido y no queda más remedio que reaccionar a tiempo o morir de un sobresalto.
Un besazo, tete.

Suleiman -

Mi querida Yolijolie, ignoro si se pueden enmarcar, ahora bien, por vos buscaré el marco que haga falta.
Si, es mio ;-)
bona nit!!!

yolijolie -

jajaja me has arrancado una carcajada, para verte! ay.. maldita manía esta de ponernos cuatrocientos tonos para leventarnos cuando lo único que nos inducen es a querer ser abducidos por el colchón para dejarlos de oír!!, aunque con eso se nos fuese la vida! y cómo no, también el despido procedente en el curro.. glups!
eh... este poema es tuyo??
se puede enmarcar algo en internet?? infórmame!!!
Es fantástico, realmente genial.
un besazo sr. suleiman.
bona niiiitt....