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El caos controlado de mi mesa de trabajo

ESPAÑOLÍSIMO

ESPAÑOLÍSIMO

Una de las raras ocasiones en las que acostumbro a mirar la televisión, sucede que a veces me regala con estupendas perlas que suelo recoger e incorporar a mi memoria, para mi recreación, simplemente para compartirlas en una tertulia, o como es el caso, para que me sirvan de excusa para postear de nuevo algo en mi desamparado blog (os doy las gracias a los que, a pesar de todo, aun tenéis paciencia de ir entrando por aquí por ver si la pereza me ha abandonado y me he decidido por fin a colgar otra de mis divagaciones).

Decía que a veces la televisión me regala perlas, como la entrevista que le hicieron en un programa de la cadena catalana TV3 al actor Angel Pavlosky, un fantástico personaje, actor de cabaret que presentaba el estreno que tendría lugar en unos días de la obra musical "Historia de un soldat" (Historia de un soldado), un adaptación de la obra creada por C.F. Ramuz y musicada por Igor Stravinsky, obra cuyo estreno en el festival Grec de Barcelona, por lo visto, ha desatado ciertas polémicas, como no puede ser de otra manera, entre los que han disfrutado de ella, y a los que en absoluto les ha agradado.

Pero bueno, no es lugar este de crítica teatral ni lo pretendo, pues por desgracia para mi, mis salidas al teatro son más bien escasas. Simplemente hubo un momento en la entrevista, estos días que tan imbuidos estamos por el fútbol que ha penetrado en nuestros hogares, y parece que se ha convertido en lo único noticiable, en el que le preguntaron al actor si le gustaba el fútbol, a lo que el contestó afirmativamente, y entonces la siguiente pregunta era casi necesaria: teniendo en cuenta que sus padres eran rusos, pero nació en Argentina, y reside desde 1974 en España, ¿quien prefería que ganase en el partido España-Rusia que se iba a jugar esa misma noche?...

La respuesta, la que debería ser la respuesta de cualquier buen aficionado a éste u otro deporte, fue a mi entender sublime por lo simple, o por lo obvio: "quien juegue mejor" y matizó "quien juegue mejor y quien mejor espectáculo de, ya que soy un hombre de espectáculo, y entiendo el deporte como tal".

Chapeau!

Y han pasado unos días desde esta entrevista, y ganó la selección española la semifinal, la final... y ya es el equipo campeón de Europa, y debo decir en honor a las palabras de Angel, que además lo han hecho dando un buen espectáculo. Y yo que no soy en absoluto aficionado al fútbol, que de vez en cuando  me dejo embobar frente al televisor, y si veo que el partido realmente lo vale, que se ofrece un buen y entretenido pasatiempo, y siempre y cuando no tenga mejores planes, me permito verlo y disfrutar de el, confieso que ésta vez me deleité de un buen espectáculo. Punto.

Y me reafirmo en ese Punto, me sobra el resto, esa exaltación del españolismo que ha desatado esa victoria, esa catarsis en la que se sume este estado, donde parece que ahora mismo no haya más noticias que ésta, donde ser español, más que el hecho de haber nacido en este territorio, de acatar su constitución y sus leyes, suponga un acto de fe, donde uno debe mostrar su alegría y su orgullo por el hecho que unos profesionales (muy bien pagados además) hayan hecho impecablemente un trabajo para el cual les remuneramos convenientemente.

Parece que resurgen viejos fantasmas del pasado, banderas en las que ondea el águila imperial, un escudo preconstitucional y referente de los nostálgicos de la dictadura franquista, negros astados que, si tenemos que hacer caso de la iconografía, supuestamente representan lo español, el pretendido renacer de un espíritu que nos quiere llevar a considerarnos lo mejor del mundo mundial. Y todo por un balón de más o de menos que entra en una portería...

 

Y ayer domingo, justamente mientras regresaba de una corta visita de fin de semana en mi pueblo, donde ya el sábado pude comprobar como se caldeaba ese espíritu ultraespañol, con el insulto a los que reivindican lo que consideran un derecho de las diferentes nacionalidades que componen este, nuestro estado, a tener su propia selección, y aunque de hecho a mi me la trae al pairo, pues siempre he considerado que los clubs y las federaciones futbolísticas son entidades privadas, por lo que debe ser entre ellas y sin la intervención de los gobiernos la manera en que deben arreglar ese tema, me queda el pesar de que, visto lo visto, los símbolos siguen estando ahí, arrastrando como una pesada losa los sentimientos de la sociedad para empujarla allá donde una conveniente manipulación política la quiera llevar.

Conducía de vuelta a casa por esas tierras, recordando las palabras que oí el día anterior, y me dejé llevar por la aspereza de los rudos paisajes salpicados de pequeñas colinas, y me dio por pensar en cómo debió transcurrir el vergonzoso episodio de nuestra guerra civil en esos lugares, imaginaba las posiciones de los soldados de uno y otro bando, unos milicianos en una colina defendiendo un gobierno votado democráticamente, y en la colina opuesta los reclutas de un ejercito levantado en armas contra la legalidad, ganando terreno a costa de muertos de uno u otro bando, peleando por cada palmo de de esa árida tierra, defendiendo caminos que ahora son anchas carreteras por las que yo ahora circulaba a buena velocidad y que seguramente en aquellos años eran caminos polvorientos apenas utilizados por labriegos y algún que otro coche de terrateniente.

Y hoy, tras la resaca de la final del campeonato y la victoria de la selección española, salvando las distancias, parece vivirse la misma euforia que levantaba Franco entre sus acólitos en la plaza de Oriente...

 

¡Viva España y olé!

 

11 comentarios

yolijolie -

Recuerdo entrañables a los personajes de esta película, como también lo son los comentarios que aquí se suceden y que me hacen sentiros bien cerca. Qué puede haber más real que esta sensación tan intensa. Bienvenidas entonces las distancias físicas y los personajes de ficción.

Carvalho, sus siempre enriquecidas aportaciones me empequeñecen a su lado.

Gracias por rejuvenecerme.

Suleiman -

Bien, pues entonces yo beberé a vuestra salud! Y mientras iré disfrutando de vuestra presencia por aquí; a ver si, como en la película "la Rosa Púrpura de El Cairo", los personajes ficticios cruzan algún día la pantalla y el brindis se hace real.

Petons

Carvalho -

Pocas cosas me agradarían tanto como la reunión propuesta, pero ante el compromiso y la permanente reflexión de Suleiman, la aguda sensibilidad y elegante prosa de yolijolie (te sigo, aunque pocas veces te comente)poco podría yo ofrecer. Además, los personajes de ficción tenemos prohibido por contrato quedar con los amigos.

Suleiman -

Yolijolie mmmmm.... Pues habrá que plantearse algo. Ambos estais invitados a mi cueva a saborear el de malta (osea maltés, jejeje) Petonasos!

yolijolie -

Suscribo al cien por cien lo dicho por Carvalho, menos sus recomendaciones etílicas por ser una ignorante del tema. Si algún día los tragos que os brindáis toman un viso más real, contar conmigo. Si el caldo me entra bien, el numerito está garantizado.
Petonets.

suleiman -

En todo caso, me temo que igualmente lo que va a ser es escocés. ;-)

A tu salud! Si gustas...

Carvalho -

De malta, no de Malta. Muy "ben trobat".

suleiman -

Ja ja ja...
Pues si, si, la verdad es que duele a la vista, si si... y estoy pensando de cambiarla, pero creo que el texto justifica sobrádamente el por qué de esta imagen.

Por cierto y ya que nombras lo del maltés... ¿hace un Knockando? Mientras te decides me tomaré uno a tu salud.

Y como siempe, un gran placer leerte por aqui ;-)

Lo dicho, un abrazo y ¿por qué no? un beso.

carvalho -

¡Collons, quin esglai!
Hombre, Suleiman: no está bien jugar de esta manera con el precario equilibrio emocional de los que te seguimos. Nos tenías acostumbrados a encabezar tus artículos con algún poético blanco y negro cuando de repente, te dá por el colorín y arrancas con la gallina "tutti colori", sobre el fondo de lo que en la Barcelona de los 70 llamábamos "la bandera de l'estanc". Pero en fin, el texto justifica sobradamente la ironía visual.
Consideraciones estéticas aparte,has acertado en traer al cabo la similitud de las confrontaciones deportivas y las bélicas. Dicen los antropólogos (luego puede ser cierto) que los enfrentamientos deportivos serían una especie de guerra incruenta, un rasgo evolutivo que nos lleva de la barbarie del garrotazo al acto cultural del gol. El problema, también lo apuntas, es la imprevisible realimentación del fenómeno, que lleva a determinados indivíduos a reconvertir la rivalidad deportiva en rivalidad territorial, étnica, religiosa, económica...Demasiadas rivalidades para ser asumidas por un simple juego de pelota.
P.D. Tiempo ha te recomendé güisqui de malta para celebraciones y para lutos. Veo que no me has hecho caso y te has tirado al orujo, porque para digerir la imágen inicial y saber que la tendrás ahí para los restos...Cuando recomiende tu cuaderno advertiré a los lectores de tu afición por el sarcasmo visual, no sea que al ver la gallina te tomen por lo que no eres.
No hay de qué.

suleiman -

Es lo que tiene conducir con el acompañante dando ronquidos en el asiento del copiloto, que te deja tiempo para la reflexión. Y dicho sea de paso, la rudeza de los paisajes por los que circulo cuando voy para allá se prestan a divagar un poquillo.
Gracias por tus comentarios, compañera.

01207 -

En tu próximo blog sería interesante que nos enseñaras la ruta que tomas para ir a tu pueblo, es una fuente de inspiración casi como la Alcarria para Cela. "Menudo es mi pueblo"